PRIMER PROTOTIPO:

Al principio diseñamos un sistema vertical, compuesto por una cápsula más grande, que era lo que presionaríamos, hecho con dos botellas unidas por sus bases.

Esto sería conectado en serie con otra cápsula más pequeña, hecha de la misma manera. Y se nos ocurrió que para que el agua circulara en una sola dirección, podríamos usar dos bolitas de tela de 3 pulgadas de diámetro, que bloquearían el paso del agua de manera antagónica.

Es decir, ambas bolas en las dos cápsulas, por flotación subirían, y así taparían los dos cuellos de botella. Y así, cuando la cápsula más grande se comprime, su pellet bloquea la entrada superior y obliga al agua a pasar a la cápsula más pequeña, cuyo pellet se baja y permite que el agua fluya hacia el tanque del techo.

Luego, cuando liberamos la cápsula más grande, se genera una descompresión que succiona levemente su sedimento, y permite que el agua ingrese desde el tanque de alimentación, y al mismo tiempo aspira el sedimento de la cápsula más pequeña, evitando que el agua regrese. Y de esta manera se genera un flujo de agua en una sola dirección.

Por cada bombeo, se mueven 100 cm ^ 3 de agua, hueso alrededor de 4 litros por minuto. Y para llenar un tanque de 100 litros llevaría unos 25 minutos.

Todo este sistema está montado sobre una estructura hecha de placas de madera, que tiene una palanca articulada que permite presionar manualmente la cápsula más grande.

Para unir y conectar los picos de las botellas entre sí, se utilizan piezas de 5 cm de manguera de hombre, atadas con alambre o abrazaderas metálicas.

SEGUNDO PROTOTIPO:

Después de la experiencia anterior, vimos que el modelo vertical era un poco inestable y que la capacidad de bombeo era limitada. Entonces decidimos hacer otro diseño, que pudiera usarse horizontalmente y con mayor rendimiento.

Para esto utilizamos más botellas, y así aumentamos el volumen de bombeo, y al mismo tiempo reducimos la deformación, de modo que las botellas sufren menos el esfuerzo de doblarse. Y también modificamos el mecanismo de las válvulas de retención, para lograr el funcionamiento horizontal.

TERCER PROTOTIPO:

En función de los avances del modelo anterior, diseñamos otra bomba, en la que utilizaríamos algunos elementos ya industrializados. Para ello, se montó una estructura de madera horizontal, que tiene dos pedales, que sustituyen a la palanca del prototipo anterior. Estos pedales articulados por bisagras, presionan tres botellas cada uno.

Luego, las botellas se conectan en paralelo entre sí, mediante un sistema de tubería de PVC de ½ ", al que se agregaron cuatro válvulas de retención (tipo comercial) para generar un circuito de una sola dirección.

Luego, para activar la bomba, es necesario que una persona se levante y presione alternativamente los pedales, y así se logra un flujo continuo de agua, ya que cuando tres botellas expulsan agua, las otras tres están recibiendo o llenando nuevamente.

VEREDA INTELIGENTE

VEREDA O BALDOSA INTELIGENTE:

A partir de este último prototipo de pedal, pensamos que si aumentamos la cantidad de estos pedales, podríamos aumentar más agua. Baldosa

Y así nació el diseño de la Vereda o baldosa inteligente, que consiste en reemplazar estos pedales con pequeñas plataformas móviles que comprimen "ligeramente" una serie de botellas de plástico, bajo el mismo principio de la operación anterior.

Pero con la diferencia de que estas baldosas móviles ya no giraban desde un extremo, sino que se moverían verticalmente gracias a un mecanismo compuesto por cuatro guías y resortes, lo que hace que el desplazamiento sea muy pequeño y suave, para evitar el estrés o la fatiga del material plástico de las botellas.

FUNCIONAMIENTO:

Esta baldosa se instalaría como parte de una calle pública, la entrada a un edificio o incluso una escalera, donde muchas personas caminan diariamente.

Se organizarían en dos filas juntas o separadas, con una extensión de 4 o 5 metros, de modo que parte de este gran flujo de transeúntes pisaría alternativamente algunas de estas baldosas, cuya movilidad sería casi imperceptible. Y de esta manera, habría una acción continua de este sistema de bombeo, que conduciría el agua lenta pero continuamente hacia el tanque o tanque de agua instalado en la parte superior de los edificios.

Y así evitaríamos el uso de bombas de agua eléctricas, que consumen mucha energía a lo largo del día. Lo proyectado a todo un año, significa un gran ahorro de electricidad, que en la mayoría de los casos son de generación termoeléctrica, lo que también implica una gran acción para evitar las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Es decir, cada vez que una persona pise una baldosa inteligente, estará acumulando casi medio litro de agua en el tanque de acumulación.